27 may 2011

La lucha por los Derechos Civiles: HARVEY MILK

Este político norteamericano,nacido en 1930 y asesinado en 1978, vivió siempre comprometido como defensor de los derechos civiles.

Perteneciente al partido Demócrata, su pensamiento se caracterizó por un marcado liberalismo radical. Fue el primer político en triunfar tras hacer pública su condición de homosexual antes de una elección: su discurso centrado en la lucha por la igualdad de los gays, las mujeres y otras minorías, le permitió ocupar en 1977 el cargo de Supervisor -una especie de "concejal"- en la Legislatura de San Francisco, California.  

Su abierto compromiso con las reivindicaciones de la importante comunidad gay de la ciudad, y su oposición a otorgar apoyo público a ciertos "negocios" de algunos hombres importantes, le granjearon la antipatía de los grupos más conservadores.

En 1978, a los pocos meses de haber asumido su cargo, Harvey Milk fue asesinado junto con el Alcalde de San Francisco, George Moscone. El asesino fue otro Supervisor, Dan White, que había sido suspendido por Moscone recientemente.

Después de conocerse el crimen de Milk y Moscone, la opinión pública norteamericana se vio conmovida. Se convocó y realizó en su homenaje una masiva Marcha a la Luz de las Velas hasta el Palacio Municipal, de la que participaron miles de habitantes de San Francisco, pero también de otras ciudades del país, muchos de ellos militantes comprometidos con la lucha por los derechos de las minorías. Entre los miles de asistentes se encontraba, por ejemplo, la cantante Joan Baez.

En 1985 se inauguró en la ciudad de New York la "Harvey Milk High School", escuela de enseñanza media alternativa para estudiantes gays.


24 may 2011

La lucha por los Derechos Civiles: MARTIN LUTHER KING (Parte 2)

Tras la aprobación de las Leyes de Derechos Civiles y de Voto en 1964 y 1965, el siguiente paso de King fue dirigirse a Chicago para lanzar un programa de ayuda y rehabilitación en los barrios pobres y marginados, así como una campaña para lograr que todos tengan una vivienda digna. No obstante allí en el norte del país recibió críticas de algunos grupos radicales de jóvenes negros, que no aprobaban sus tácticas no violentas.


A pesar de todo, King llevó más allá la lucha con su decisión de abocarse a la causa pacifista, protestando por la intervención norteamericana en la Guerra de Vietnam. Esto lo llevó incluso a enfrentarse con otros líderes negros al aseverar que Estados Unidos es "el más grande proveedor de violencia en el mundo...". Su mayor objetivo fue desde entonces armar una "coalición de resistencia civil" basada en la lucha pacifista y el movimiento por los Derechos Civiles.


A pesar de sus esfuerzos, no logró el amplio consenso que esperaba por parte de la comunidad negra, ya que recibió duras críticas de organizaciones como la NAACP (Asociación Nacional para el Desarrollo de las Personas de Color), la Urban League (Liga Urbana) y de importantes líderes como Bayard Rustin o Ralph Bunche. Sin embargo esto no disminuyó el entusiasmo de King: en un discurso ante las Naciones Unidas se las arregló para seguir aguijoneando la conciencia del Gobierno y la sociedad norteamericana:


"Vengan a salvar nuestro Honor Nacional -paren el bombardeo. Vengan a salvar vidas americanas y vidas vietnamitas -paren el bombardeo. Vengan a dar un sencillo paso hacia la mesa de la Paz -paren el bombardeo. Dejen que nuestras voces suenen por toda la tierra para decir que los americanos no somos presuntuosos conquistadores -paren el bombardeo".


El apoyo vino de parte de amplios sectores de la sociedad (intelectuales, artistas, estudiantes, reformadores). Esto llevó a King a pelear una última batalla: la "Guerra contra la Pobreza". En este sentido, comenzó a demandar que se garantice un ingreso familiar mínimo para satisfacer las necesidades básicas; prometió organizar boycots a nivel nacional, y masivas campañas no violentas. 


Pensó incluso en organizar otra masiva marcha: la Marcha de la Pobreza sobre Washington, vislumbrando una movilización aún mucho más grande que en 1963. King pensaba que una demostración popular de este tipo, de intensidad nunca antes alcanzada, podría obligar al Congreso y a los partidos políticos a reconocer y aceptar las demandas de las ignoradas masas de desesperados y oprimidos americanos.


Pero entre tanto, no dudó en dar su apoyo público a una huelga de trabajadores de la Sanidad en Memphis, para llamar la atención de la Nación sobre la difícil condición de los pobres de la ciudad. La pelea era por obtener el derecho a organizarse sindicalmente, y por el pago de salarios atrasados. Aunque sabía muy bien que no podría evitar los hechos de violencia que surgirían durante la medida de fuerza, King decidió permanecer en Memphis para planificar una marcha que desafiaría incluso cualquier mandato de alguna Corte Federal.


La noche del 3 de abril de 1968 King dijo a su congregación: "Bueno, no sé qué es lo que ocurrirá ahora...pero realmente no importa...". Ya muchas veces se le había advertido sobre la posibilidad de un atentado contra su vida, pero él había sostenido en una oportunidad que poseía"ventaja sobre la mayoría de la gente", puesto que había logrado "vencer el miedo a la muerte"


Esta le llegó estando en el balcón del Lorraine Motel en Beale Street, al atardecer del 4 de abril: parado junto a Jesse Jackson y Ralph Albernathy, recibió sobre su cuello el disparo de un rifle. A las 7:05 PM fue declarado muerto en el Hospital St. Joseph.


Su muerte conmocionó al país entero y generó una ola de violencia en la mayoría de las grandes ciudades (Washington, 11 muertos, 1000 heridos, 8000 arrestos; Chicago, 9 muertos, 500 heridos, 3000 arrestos; Baltimore, 6 muertos, 900 heridos, 5800 arrestos). 


El dolor y la furia se extendió entre la comunidad negra, sobre todo porque King estuvo siempre comprometido con la no-violencia. Sin embargo, su lucha pacífica debió lastimar intereses muy importantes, como para forzar a sus enemigos a asesinarlo. De la misma forma que al Mahatma Gandhi, o a Jesús de Nazareth.


Su nacimiento (15 de enero) es celebrado como Feriado Nacional en los Estados Unidos cada tercer lunes del mes de enero.



20 may 2011

La lucha por los Derechos Civiles: MARTIN LUTHER KING (Parte 1)

Martin Luther King Jr., pastor Bautista convertido en lider del movimiento por los Derechos Civiles durante las décadas de 1950 y 1960, nació el 15 de enero de 1929 en Atlanta, en el sureño estado norteamericano de Georgia. Hasta su muerte (fue asesinado en 1968) lúcidamente promovió los métodos no violentos en la lucha para conseguir las reformas en materia de Derechos Civiles. Ello le permitió además obtener en 1964 el Premio Nobel de la Paz.


Su verdadero nombre era Michael (sus padres, el pastor bautista Martin Luther King y la maestra de escuela Alberta Williams King, le dieron el nombre de Martin cuando contaba con 6 años). Nieto e hijo de predicadores, el joven Martin obtuvo la Licenciatura en el Crozier Theological Seminary (Seminario Teológico Pastoral) de Chester, Pennsylvania, en 1951. Ganó además el Premio Plafker como mejor alumno de su graduación, y el Premio J. Lewis Crozer al Compañerismo.


Obtuvo un Doctorado en Filosofía en la Universidad de Boston en 1955. Mientras estuvo en el Seminario conoció las ideas de Mohandas Gandhi, cuya filosofía propiciaba la protesta social no violenta, y en 1959, en un viaje que realizó a la India, se entrevistó con sus discípulos. Las discusiones que allí entabló terminaron por convencerlo aún más de que la resistencia pacífica era el arma más poderosa con que contaba la gente oprimida en su lucha por la libertad.


Tras obtener su Doctorado en Boston y contraer matrimonio, King regresó al Sur. En 1956, cuando se desempeñaba como pastor Bautista en Montgomery, Alabama, lideró el boycot realizado por la población negra contra las empresas de autotrasporte público que aplicaban medidas discriminatorias contra ellos (prohibición de sentarse junto a los blancos, obligación de ceder el asiento a los mismos, etc.). La medida comenzó tras el arresto el 1° de diciembre de 1955 de Rosa Parks, una mujer negra que se negó a ceder el asiento a un blanco. En esa oportunidad King fue arrestado junto con otras 90 personas, pertenecientes como él a la Montgomery Improvement Association, acusado de conspiración para obstruir el libre funcionamiento de un negocio (el mismo "delito" con el que se incriminaba en el Siglo XIX a las primeras agrupaciones sindicales). Fue hallado culpable pero el veredicto fue apelado.


El boycot (masivamente realizado por la población negra contando con el apoyo de algunos blancos) duró 382 días y finamente tuvo exito: el prestigio de King se acrecentó por todo el país cuando la compañía de transporte aceptó eliminar su política de segregación, tras el fallo de la Suprema Corte de Justicia declarando inconstitucionales aquellas medidas discriminatorias.


Convertido en héroe nacional, King convocó en 1957 a un importante número de líderes negros, sentando las bases de la que se conocerá comoSouthern Christian Leadership Conference (Conferencia de Líderes Sureños Cristianos/SCLC), de la que fue elegido presidente. Desde este puesto buscó ayudar a otras comunidades en la organización de protestas contra la discriminación, y promovió también el enrolamiento de los negros para ejercer el voto (que en Estados Unidos no es obligatorio). En esta época escribió su primer libro y realizó el mencionado viaje a la India, del que regresó en 1960. Ese año comenzó a trabajar como pastor,junto a su padre en la Iglesia Bautista Ebenezer.


En 1963 las tácticas de no-violencia de King fueron dramáticamente puestas a prueba en Birmingham, Alabama, durante una masiva protesta contra la segregación racial duramente reprimida por la policía. Sin embargo, el impacto que causó esa represión entre los negros (y muchos blancos) de todo el país, fortaleció al Movimiento por los Derechos Civiles. En esa oportunidad King fue arrestado, pero no pudo ser acallada su voz: escribió entonces su famosa "Letter from a Birmingham Jail" ("Carta desde una Cárcel de Birmingham"), en la que refutaba a todos los que criticaban sus actividades anti-segregacionistas.


El 28 de agosto de 1963 Martin Luther King lideró y fue el principal orador en la gigantesca Marcha sobre Washington (250.000 asistentes), dónde pronunció su más apasionado y famoso discurso, "I have a Dream" ("Tengo un Sueño"). Por todo esto la revista Time lo designó el Hombre del Año, y unos meses después recibió el Premio Nobel de la Paz (1964), siendo la persona más joven en obtener dicho galardón. 


A su regreso de Europa, prosiguió con la lucha, esta vez en Selma, Alabama, organizando una campaña de enrolamiento para votar que culminó con otra imponente medida: la Marcha de la Libertad desde Selma hasta Montgomery, en 1965. Esta multitudinaria protesta duró varios días, y a pesar de su carácter absolutamente pacífico, fue duramente reprimida: el 7 de marzo de 1965 la policía, por orden de las autoridades estatales, atacaron y golpearon a muchos manifestantes (en el libro publicado por University of Alabama Press, "Powerful Days", de Charles Moore y Michael S. Durham, se pueden ver varias fotos de la represión policial: por ejemplo, en una imagen aparece un policía montado intentando golpear con un bate de beisbol a un joven muchacho). Ese día es recordado con el nombre de «bloody sunday» y marcó un punto sin retorno en la lucha por los derechos civiles. 


A pesar de las numerosas dificultades, la Marcha de la Libertad fue un éxito, contando incluso con la participación de muchas celebridades del ambiente artístico y musical de aquella época: los cantantes folk Joan Baez y Pete Seeger; el actor Pernell Roberts y su entonces esposa, la cantante lírica Judith La Brecque; los cantantes Harry Belafonte y Tony Bennett, entre muchos otros.


La lucha de King y sus seguidores tuvo sus frutos cuando el presidente norteamericano Lyndon B. Johnson promulgó la Ley de Derechos Civiles en 1964 y la Ley de Derecho al Voto en 1965.



La lucha por los Derechos Civiles: SUSAN B. ANTHONY

Esta reformista norteamericana, lider del movimiento por el sufragio femenino, nació en Adams, Massachussets, el 15 de febrero de 1820. Su padre, Daniel Anthony, fue un cuáquero comprometido con la causa abolicionista.


A la edad de 17 años Susan, maestra rural en el estado de New York, comenzó una campaña para protestar abiertamente exigiendo igual pago para las educadoras mujeres, enseñanza mixta y acceso a la capacitación universitaria para las jóvenes.
Cuando el grupo abolicionista "Hijos de la Templanza" (Sons of Temperance) se negaron a admitir mujeres en su seno, ella organizó un movimiento femenino análogo: las "Hijas de la Templanza" (Daughters of Temperance). En un encuentro de dicho movimiento en 1851 Susan conoció a Elizabeth Cady Stanton, con quien entabló una amistad que siguió hasta la muerte de ésta en 1902. Durante todos estos años de cálida amistad personal, ambas lideraron el movimiento feminista norteamericano.


Susan B. Anthony pronunció entre 1851 y 1860 numerosas conferencias acerca de los derechos de las mujeres y la abolición de la esclavitud. Además logró con Stanton la aprobación por parte de la Legislatura del estado de New York de las primeras leyes que garantizaban a las mujeres el derecho sobre sus hijos y el control de sus propios bienes y salario. En 1863 participó en la organización de la Liga de la Lealtad Femenina (Women's Loyal League) para apoyar la política de emancipación de los esclavos del gobierno de Lincoln.


Tras la Guerra Civil se opuso a que se otorgara el voto a los negros libertos sin otorgárselo también a las mujeres. Esto hizo que muchas compañeras de lucha se distanciaran de ella en esta cuestión.


En 1869 organizó con Stanton la "Asociación Nacional por el Sufragio Femenino" (National Woman Suffrage Association) que en 1890 se unió a otro importante grupo para formar la "Asociación Nacional Americana por el Sufragio Femenino", de la cual Anthony fue la presidenta entre 1892 y 1900. 


Durante todos estos años Susan B.Anthony dictó conferencias en todo el territorio de Estados Unidos y en Europa, logrando, junto con muchas otras luchadoras, que el movimiento obtuviera respetabilidad y se afianzara políticamente.


En 1872 lideró un grupo de mujeres que realizaron una encuesta en Rochester, New York, para controlar el ejercicio del voto femenino establecido por las cláusulas de la Decimocuarta Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos. Su arresto, juicio y condena a una multa (que se negó a pagar) fueron hechos que sacudieron a la opinión pública de la época, y que sirvieron de ejemplo ya que otras mujeres hicieron lo mismo que ella con fallos desfavorables de la Suprema Corte de Justicia.


Con Elizabeth Cady Stanton y Matilda Joslyn Gage compiló los Volúmenes I a III de la "Historia del Voto femenino"(History of Woman Suffrage) publicados entre 1881 y 1886. Es interesante hacer notar que con una herencia personal Susan Anthony compró gran parte de la primera edición para donarla a Colegios Superiores y Universidades de los Estados Unidos y Europa. Esta "Historia..." fue completada con Ida Husted Harper (Vol. IV-VI) entre 1900 y 1922.


Seguramente su éxito en la lucha provino de su profunda inteligencia, su intensa y fuerte personalidad y su inequívoca claridad de objetivos. Cuando murió, en 1906, sólo cuatro estados habían establecido el voto femenino.



13 may 2011

La lucha por los Derechos Civiles: ELIZABETH CADY STANTON

La hija menor del acaudalado matrimonio formado por Daniel Cady y Mary Livingston nació en Johnstown, Nueva York, en 1815. Sin embargo, la infancia de Elizabeth distó mucho de ser feliz, ante la desilusión abiertamente manifestada por sus padres ante el nacimiento de una niña. En sus memorias, ella recuerda las palabras de conjoja de su padre ante la muerte de su hermano mayor:"¡Oh,hija mía, yo anhelaba que fueras un varón!"

Sin embargo, esto no desanimó a la muchacha, por el contrario, fue un desafío que la animó a demostrar a sus padres cuán equivocados estaban. Tratando de emular los logros académicos de sus hermanos y su padre, Elizabeth estudió griego, latín y matemáticas en la Johnstown Academy. Se transformó en una brillante oradora y polemista y además -algo inusual para una jóven en ese momento- aprendió a andar a caballo.

Tras graduarse en 1830, convenció a su padre para que le permitiera asistir al Troy Female Seminary en Nueva York, uno de los primeros colegios femeninos en ofrecer educación superior de similar nivel a los colegios de varones. Allí estudió lógica, fisiología y conoció ideas filosóficas sobre los derechos naturales.

Al regresar al hogar en 1833, comenzó a leer los libros de Derecho de su padre, un destacado abogado y juez. La jóven tambien observó la forma en que él trataba los casos que le tocaban, dándose cuenta pronto cómo las mujeres eran víctimas de la discriminación legal. La decisión de Elizabeth -que por ese entonces no tenía mas de 20 años- fue la de luchar para cambiar esas leyes, además de comprometerse activamente con el creciente movimiento abolicionista. 


Aquí es donde tuvo la oportunidad de conocer a muchos pensadores progresistas y reformistas. Uno de ellos, el periodista Henry Stanton, se convirtió en su esposo en 1840, a pesar de la oposición de su padre. Un detalle muestra la personalidad de la joven: cuando se celebró la boda, la palabra "obediencia" fue omitida en la ceremonia, ante su terca insistencia.

La luna de miel se realizó con un viaje a Londres para asistir a la Convención Antiesclavista Mundial celebrada en junio de ese año. Allí Elizabeth conoció a Lucrecia Mott, otra incansable luchadora con quien inició una gran amistad. Cuando la Convención se negó a reconocer a las mujeres como legítimas delegadas, la discriminación sufrida enfureció a ambas. Allí sentadas, en actitud de protesta, se juraron convocar a su regreso una convención para luchar por los derechos de las mujeres.

Esto se concretó recién en julio de 1848 en Seneca Falls, Nueva York. En esta reunión, por primera vez en la historia, las mujeres se autoconvocaron para discutir sobre su condición social, civil y religiosa, elaborando un manifiesto -la Declaración de Sentimientos- en el que proclamaban la aspiración de todas las mujeres a la igualdad. Escrita bajo el modelo de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, contiene un estatuto de Derechos de las Mujeres y una lista de demandas de igualdad social y política, entre ellas el derecho a voto.

La respuesta de algunos sectores de la opinión pública a la Declaración fue crítica e incluso, hostil. Pero pronto otras mujeres -y también hombres- se unieron a la lucha por los derechos femeninos. En 1851 Stanton conoció a una joven llamada Susan B. Anthony, interesada también en la lucha por estos temas. Anthony poseía habilidad organizativa, lo cual permitió al movimiento crecer. Dicha habilidad se complementaba muy bien con el enfoque mucho más filosófico de Stanton: la asociación de por vida que ellas entablaron hizo mucho por el avance de los derechos de las mujeres.

En esta etapa la lucha por los derechos femeninos se hacía en el marco más amplio del movimiento antiesclavista. Pero tras la abolición de la esclavitud en 1865, la actividad se centró en conseguir para las mujeres ciertos derechos de los que en principio los antiguos esclavos gozaban, por ejemplo, el voto. 


Así es como en 1868 Stanton y Anthony crearon la Asociación Nacional para el Voto Femenino (National Woman Suffrage Association), actuando la primera como presidente. También comenzaron a publicar "Revolution", un periódico para difundir las nuevas ideas feministas. Stanton creía que no debía centrarse la cuestión sólo en el sufragio, ya que éste debía formar parte de un programa mucho más integral de reformas sociales, económicas y políticas que cambiara no sólo el status legal de las mujeres, sino también el rol que ocupaban en la sociedad. Sus progresistas ideas buscaban combatir el abuso sexual, establecer la igualdad de los cónyuges en la crianza de los hijos, y obtener para las mujeres la misma oportunidad de educarse, incluso junto con los varones. Mientras que su compañera Anthony focalizaba la lucha en el voto, Elizabeth Stanton propugnaba medidas mucho más radicales como leyes de divorcio más liberales, o incluso cambios culturales respecto a cuestiones cotidianas como la forma de vestir.


En 1881 Stanton y Anthony publicaron el primer volumen de "La Historia del Voto Femenino" (The History of Woman Suffrage), colección de escritos sobre los esfuerzos del movimiento. Dos volúmenes más se publicaron en los años siguientes.


Es esta época las organizaciones feministas se multiplicaron, pero no todas coincidían en sus métodos y opiniones: muchas reclamaban reformas morales en la sociedad, pero no se interesaban en los derechos civiles y políticos. Para fortalecer el movimiento Stanton y Anthony unieron los dos grupos más importantes en la Asociación Nacional Americana para el Voto Femenino (National American Woman Suffrage Association) en 1890. Pero la radical postura religiosa de la primera, que actuaba como presidenta, amenazó con dividir la asociación: Stanton sostenía que la estructura de las diferentes Iglesias promovían la superstición y la discriminación de la mujer. En 1895 publicó "La Biblia de las Mujeres"(The Women's Bible), un estudio sobre el sexismo en el Antiguo Testamento. Esto generó críticas incluso, entre sus propias compañeras.


En 1902, cuando murió, ya no era la principal lider de la lucha feminista. Esta extraordinaria mujer, incansable luchadora y madre de siete hijos, siguió sin embargo hasta el final promoviendo la igualdad de condiciones para todos. No llegó a ver el resultado de su lucha, ya que recién en 1920 la Decimonovena Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos concedió a las mujeres de ese país el derecho al voto. 


En cuanto a las otras demandas de Stanton, sólo fueron tomadas en cuenta cuando en la segunda mitad del Siglo XX los nuevos grupos feministas lucharon y lograron imponerlas.






8 may 2011

La lucha por los Derechos Civiles: LUCRETIA MOTT

Lucretia Coffin nació el 3 de enero de 1793 en Nantucket, Massachusetts, Estados Unidos. Esta mujer, casada en 1811 con James Mott, fue una sincera luchadora antiesclavista y propulsora de los derechos de las mujeres.
De familia de cuáqueros, ella misma se transformó en predicadora a los 28 años. Tambien militó activamente en el movimiento abolicionista norteamericano antes de la Guerra Civil, ayudando a fundar dos grupos antiesclavistas: pronto se hizo famosa por sus elocuentes discursos contra la esclavitud.
En 1840 asistió a la Convención Mundial Antiesclavista en Londres, Inglaterra, pero junto con otras mujeres, entre las que estaba la decidida joven Elizabeth Cady Stanton, fue rechazada como delegada por los líderes de la misma. La respuesta de Lucretia y las demás fue comprometerse a trabajar diligentemente contra la discriminación de la mujer en cualquier ámbito. En 1848 junto con Elizabeth, organizó la primera Convención por los Derechos de las Mujeres en Seneca Falls, Nueva York. De aquí salieron una serie de resoluciones -la Declaración de Sentimientos- pidiendo ampliar los derechos de la mujer a una mejor educación, a gozar de iguales oportunidades de empleo con igual retribución, y a votar y ser elegidas para cargos políticos, entre otros. Posteriormente Mott se refirió en sus discursos tanto a los derechos femeninos como a la abolición de la esclavitud.
En 1850 publicó "Discourse on Women" (Tratado sobre las Mujeres), en el que denuncia las restricciones educativas, economicas y politicas que sufrían por aquella época las mujeres en América y Europa occidental .
Tras la abolición de la esclavitud en 1865, los negros pudieron votar y ser elegidos. Las presiones de antiguos esclavistas del sur derrotados en la Guerra Civil y de muchos sectores racistas del norte terminó con este derecho hacia 1875. Lucretia Mott apoyó hasta su muerte - ocurrida en 1880 - la lucha de los negros norteamericanos por recuperar el derecho al voto, y otros derechos civiles, lucha que otros continuaron a lo largo del Siglo XX y que culminó en 1965 con la sanción del Acta de Derecho al Voto.


25 mar 2011

POR LA MEMORIA

24 de marzo de 1976. Hace 35 años comenzaba el período más oscuro de la República Argentina. 


Miedo, injusticia, muerte. Hace 35 años todo se teñía de horror.


Cada año releo este sencillo texto escrito desde el corazón por una de las tantas víctimas, un hombre que perdió a su hermano en aquellos dolorosos momentos. Un hombre que siguió adelante con su vida, con su carrera de deportista, con su militancia política. 


El actual Secretario de Deportes de la Nación, Claudio Morresi, escibió el siguiente texto en 1996, a 20 años del horror. Hoy, 15 años después, me sigue estremeciendo...


"30.000 personas van a concurrir a la cancha. Los jugadores, al ir por el túnel, esperan encontrar un estadio repleto. Cuando en el centro del campo los equipos levantan la vista para saludar a las hinchadas, notan que las tribunas estan tenebrosamente vacías. 

En ese momento recuerdan que hoy es 24 de marzo y se cumplen 20 años del golpe militar que institucionalizó el terrorismo de Estado.

En la Tribuna Sur, que alberga a miles de personas, faltan los hinchas de Boca y de River que fueron secuestrados de sus domicilios o lugares de trabajo, alojados en centros clandestinos de detención y, luego de varias sesiones de tortura, arrojados desde aviones al mar.

En la Tribuna Norte no se encuentran los hinchas de Racing e Independiente que luego de pasar por el mismo calvario del secuestro y la tortura fueron acribillados a balazos, y sus cadáveres esparcidos en descampados.

En la Tribuna Este no figuran los hinchas de Huracán y San Lorenzo, encontrados años después en fosas comunes, exterminados de las formas más perversas.

En la Tribuna Oeste no están las hinchas de Rosario y Newell's a las que, antes de matarlas, esperaron que parieran para quedarse con sus hijos como botín de guerra.

(...) En el estadio vacío el partido está por comenzar. Los jugadores empiezan a sentir como baja de las tribunas desiertas el aliento de las hinchadas. Son 30.000 voces que no paran de cantar."




16 mar 2011

PATRICIO, EL PASTOR DE IRLANDA

Britania era, en el Imperio romano, una de las provincias más alejadas y pobres. Era además una incorporación relativamente nueva: recién en el Siglo I, el emperador Claudio logró conquistarla.

Mucho tiempo después, con el poder romano ya consolidado, nació Maewyin Succat. Era fines del Siglo IV, en una pequeña comarca de Escocia, cuando el niño vió la luz en el seno de una familia cristiana. Su padre, oficial del Ejército Imperial, prestaba servicio a una Roma que había adoptado al Cristianismo como religión oficial (mediante el Edicto de Milán del Emperador Constantino, en el año 313).

Cuando contaba con 16 años, el joven Maewyn fue hecho prisionero por piratas irlandeses y vendido como esclavo. Luego de padecer por un tiempo los rigores de la servidumbre, el muchacho logró escapar. En la costa suplicó al capitán de un barco que lo llevase a la Galia (Francia). El capitán se negaba, pero ante la insistencia del joven, al fin accedió.

La travesía fue dura y dificil. Una tormenta los hizo naufragar en unas costas inhóspitas. Los náufragos vagaron sin rumbo durante un mes, hasta que se acabaron sus provisiones. Maewyn oró a Dios, por la salvación de todos. Su testimonio nos dice:

"...llegó el día en que el capitán de la nave, angustiado por nuestra situación, me instaba a pedir el auxilio del cielo. '¿Cómo es que nos sucede esto, cristiano? Dijiste que tu Dios era grande y todopoderoso, ¿por qué entonces no le diriges una plegaria por nosotros, que estamos amenazados de morir por hambre? Tal vez no volvamos a ver a un ser humano…' A aquellas súplicas yo respondí francamente: 'Poned toda vuestra confianza y volved vuestros corazones al Señor mi Dios, para quien nada es imposible, a fin de que en este día os envíe vuestro alimento en abundancia y también para los siguientes del viaje, hasta que estéis satisfechos puesto que Él tiene de sobra en todas partes'. Fue entonces cuando vimos cruzar por el camino una piara de cerdos; mis compañeros los persiguieron y mataron a muchos. Ahí nos quedamos dos noches y, cuando todos estuvieron bien satisfechos y hasta los perros que aún sobrevivían, quedaron hartos, reanudamos la caminata. Después de aquella comilona todos mostraban su agradecimiento a Dios y yo me convertí en un ser muy honorable a sus ojos. Desde aquel día tuvimos alimento en abundancia."

Cuando llegaron a Francia, el joven inició sus estudios y finalmente fue ordenado sacerdote, adoptando el nombre de Patricio. Sus origenes familiares y su propia historia lo llevaron a convertirse en predicador del Evangelio entre los habitantes de Irlanda.

La isla de Irlanda no estaba aún “romanizada”: teóricamente pertenecía al Imperio Romano, pero de hecho estaba habitada por numerosos clanes de origen celta, organizados bajo la autoridad política y religiosa de los druidas. La cultura celta, con sus dioses, mitos y leyendas, estaba profundamente arraigadas en esas comunidades irlandesas.

Patricio no tuvo problemas en adaptarse a las formas de vida de la región, que sentía como propias: eso lo ayudó a ganarse la confianza y el afecto de la gente del lugar, lo que favoreció su acción misionera. Es así como logró que las poblaciones nativas de Irlanda aceptacen el cristianismo, sin abandonar completamente sus milenarias tradiciones celtas.

Como todo en la bella Irlanda, la vida de Patricio está teñida de leyenda. Cuentan los irlandeses que gracias a él no hay serpientes en la isla, puesto que las habría ahuyentado mediante la oración. También se habla de su manera simple y sencilla de explicar el Evangelio y los fundamentos de la religión cristiana: por ejemplo, para explicar la idea de la Trinidad, utilizaba una humilde hoja de trébol diciendo que así como esas tres hojitas forman una sola verdadera hoja, así los tres, Padre, Hijo y Espíritu Santo, forman un solo Dios verdadero.

Patricio tuvo enemigos que lo combatieron ferozmente, en especial los jefes-sacerdotes celtas (los druidas). Murió anciano en la región de Down, un 17 de marzo, al parecer entre los años 461 y 464.

Esa fecha es la establecida por la Iglesia Católica para conmemorarlo, y también es la fecha en la que se celebra la hoy mundialmente conocida “Fiesta de San Patricio”: la cultura irlandesa, cristiana y celta a la vez, recuerda festivamente a este personaje histórico y legendario, culto y popular, símbolo de todo lo irlandés.

El verde de los tréboles y el aroma de la cerveza nos invitan a celebrar...

Is Éireanach gach éinne ar Lá Fhéile Phádraig!!!

(El Día de San Patricio, todo el mundo es Irlandés!!!)



25 feb 2011

SIGA EL BAILE, SIGA EL BAILE... (los orígenes del Carnaval)

Una de las festividades humanas de carácter más universal es el denominado “Carnaval”. En nuestros tiempos el significado de esta fiesta es muy variado, puesto que se tiñe con diferentes aspectos culturales, diversos como los lugares del mundo en donde se desarrolla. Así, tenemos un Carnaval “europeo” como el de Venecia, “andino” como el de Oruro, “tropical” como el brasileño, “afro” como el de Montevideo, “creole” como el de Nueva Orleans...


El origen del Carnaval tal como lo conocemos (al menos en cuanto a la época del año en que se celebra) lo encontramos en la Edad Media (Siglos XI a XV), ya que fue “autorizado” por la Iglesia para celebrarse durante los tres días anteriores a la Cuaresma (lapso anterior a la Pascua). El Carnaval comenzaba así un domingo, y finalizaba el día anterior al Miércoles de Ceniza.

Se cree que el término “carnaval” proviene del latín vulgar "carne-levare", que significa “dejar la carne” (prescripción católica de la Cuaresma). Otros creen por el contrario, que el nombre de la festividad viene del término italiano carnevale”, es decir, momento en el cual todavía se podía comer ese alimento. Interpretaciones más modernas hablan incluso de un origen pagano del término, en relación a la diosa celta Carna, al dios indoeuropeo Karna, o también, a la ceremonia de ofrecer carne al dios semítico Baal.

Como sea, el origen de la ceremonia sí es pagano: el propósito de la Iglesia era encuadrar las antiguas fiestas que se celebraban desde la Antigüedad en esos días del año, superponiéndolas en el calendario ritual cristiano. El fin obvio era controlar su desarrollo.

Porque tales fiestas tienen su origen en las antiguas “saturnales” romanas o más aún, en las anteriores “fiestas dionisíacas” griegas. En todos los casos, se trataba de momentos festivos en los cuales los esclavos recibían permisos especiales para disfrutar de aquello que les estaba prohibido el resto del año. En la Edad Media, quienes recibían ese “permiso” eran los campesinos sujetos a la servidumbre de sus señores. Eran momentos en los cuales todo simbólicamente se trastocaba, el poderoso dejaba de serlo, el oprimido era libre para disfrutar de los placeres que comunmente le estaban negados. Incluso la “rebelión” simbólica estaba permitida: mediante la burla, la farsa, los Amos, los Señores, las Autoridades Eclesiásticas eran ridiculizadas públicamente en una fiesta de la que todos podían participar.

¿Son muy diferentes nuestros Carnavales actuales? Por supuesto que no. Cualquier ejemplo que tomemos nos mostrará que el antiguo espíritu de liberación, o incluso de “revancha”, sigue vigente en las carrozas de las “escolas” cariocas con ácidas caricaturas de políticos, personajes públicos... en las canciones de las “murgas” uruguayas denunciando desigualdades e injusticias... o en las “Diabladas” andinas y sus danzas de memoria y rebelión.

Descontrolados o tranquilos, lujosos o pobretones, lujuriosos o familiares... los Carnavales son algo que nos conectan con nuestra profunda naturaleza, con lo salvaje, con lo ancestral.

En algunos lugares como Buenos Aires, ya no tienen gran arraigo popular. Un arraigo que sí tenían en otras épocas (no tan lejanas como creemos). Nuestros padres aún recuerdan los famosos Bailes de Carnaval (Sandro, Palito Ortega, Pugliese y D'Arienzo... en Sportivo Alsina, en Comunicaciones, en San Lorenzo...). Nosotros recordamos los juegos con bombitas de agua, la espuma, los corsos en cada barrio. Y los chicos participando, y los abuelos y tíos siendo cómplices para mojar a las viejas en la esquina...

Este año recuperamos aquí en Argentina un feriado de Carnaval.

¿Recuperaremos el espíritu salvaje y rebelde?

¿Volverán las ganas de ridiculizar y denunciar lo injusto?

Ojalá que sí. Por más que el resto del año sigamos siendo esclavos.


19 feb 2011

DIONISO, EL DIOS ESPIRITUOSO

Según cuenta Clío, en el Olimpo había de todo. Dioses poderosos, sensibles o iracundos; algunos benévolos, otros malignos. Pero sin duda uno de que mayor simpatía despertaba entre los seres humanos era el buen Dioniso (Διoνισo), el dios del vino y del exceso, el simpático dios a quien en Roma se lo conocerá posteriormente como Baco.


Esta divinidad era hijo de Zeus y de Sémele, una princesa de Tebas. Cosa rara que tenían los griegos, un dios mitad dios, mitad humano... Y de tan humano que era Dioniso, no tuvo mejor idea que enseñarle a los hombres a cultivar la vid y preparar el vino. Eso sí que es legar un don, sí señor.

Es interesante cómo se dió su nacimiento: la princesa Sémele, embarazada de 6 meses, fue visitada por Hera, la esposa celosa de Zeus. Adoptando la forma de una anciana, Hera convenció a la joven de que exigiera a Zeus mostrarse en todo su esplendor divino. Obviamente el Rey de los Dioses se negó, por lo que la princesa le negó sus favores... Zeus estalló de furia, y dejándose llevar por la ira fulminó con un rayo a la infeliz princesa. (Primer moraleja: si Zeus se niega a mostrarnos todo su esplendor divino, conviene no insistir).

Por suerte para nuestro relato, andaba por allí Hermes, el dios mensajero, tonteando con Hefesto, el dios del fuego. El cartero divino consiguió extraer del vientre de Sémele al bebé, y para salvarlo se lo dió a Hefesto, quién lo cosió a la pierna de su padre. Sí, sí, a la pierna. ¿Qué tiene que ver un útero materno con una pierna de dios? Misterios que tiene la vida...

La cuestión es que a los 3 meses nació el niño-dios (con minúscula, no confundir), a quien por haber nacido dos veces se lo llamó "Dioniso".

Este generoso dios dormía en el invierno y despertaba en primavera. En esa época del año renacían con él las plantas, los frutos, la vida. Y por supuesto, la vid. De ahí que las fiestas en su honor eran una sucesión de alegría, desenfreno y borracheras. En ellas todo estaba permitido, el descontrol era total. Participaban todos, hombres, mujeres y dioses. Fiesta en todo el sentido de la palabra.


En el Siglo IV AC el vino más costoso que consumían los griegos de Atenas era el vino de Chíos. Algunos que las fuentes citan como de muy buena calidad eran los de las regiones de Chalkidike, Ismaros, Kos, Lesbos, Niaxos, Peparethos (hoy conocido como Skopelos) y Thasos.


Se mencionan en las fuentes también dos misteriosos vinos, Bibline y Pramnian: el primero de fragancia perfumada, el segundo oscuro y espeso, de buena calidad. 

Muchos ven el origen de las posteriores Fiestas de Carnaval en aquellas jodas divinas patrocinadas por el Buen Dioniso. Cómo sea, gracias a él podemos decir, con el amigo Horacio Guarany:

Si el vino viene viene la vida,
 si el vino viene, viene la vida,
 vengo a tu viña, tierra querida...”


Gracias amado Dioniso, por el blanco, el rosado y el tinto... ¡¡Salud!!


7 feb 2011

APOLO, EL SEDUCTOR

Apolo era entre los antiguos griegos, el dios de la Luz y el Sol, pero también, de la Verdad y las Profecías, así como protector de la Música, la Poesía y las Artes. Un dios bastante copado.

Era hijo del Rey de los Dioses, el Gran Zeus, y de una diosa no muy importante, llamada Leto. La pobre Leto tuvo que sufrir por los celos de la mujer de Zeus, la cruel Hera, que le hizo de todo... cuando se ponía, era una bruja Hera. Pero bueno, eso no viene al caso ahora.

Apolo tenía una hermana gemela, la cazadora y recatada diosa virgen, Artemisa. A Apolo le gustaba cazar también, pero por lo demás, no se parecía en nada a su hermana.

Bello y encantador, fino en sus modales, el hijo favorito de Zeus heredó el ímpetu amoroso de su padre. Pero a diferencia de éste, Apolo se enamoró perdidamente (varias veces) de mujeres y varones, mortales y dioses... Como quien dice, no dejaba títere con cabeza.

Vamos a contar primero aquella historia que dejamos inconclusa, la del amor entre Apolo y Jacinto (el hijo de Clío, de la Musa... sí, sí, ese...)

Jacinto era un joven sumamente hermoso, con la hermosura de los dioses. Es por ello que en el Olimpo, todos admiraban su galanura... El principal admirador no era otro que Apolo, quien al verlo por primera vez sintió como lo consumía una irrefrenable pasión.

Por suerte, el joven Jacinto correspondió al amor del dios. Así, pasaban juntos numerosas horas entretenidos en los placeres de los jóvenes: cazar en los bosques y montañas, practicar gimnasia, tocar la lira y cantar... y por supuesto, entregarse al amor.

Una calurosa tarde de verano, todo cambiaría... El dios y el joven decidieron jugar compitiendo en el lanzamiento del disco. Los griegos eran muy deportistas.

Para impresionar al muchacho, Apolo se manda una compadreada, lanzando el disco con todas sus fuerzas hacia el Cielo. Relumbrando con la luz del Sol, el objeto caía, caía...

Jacinto aceptó el reto y corrió riendo para agarrar el disco. Pero, para su desgracia, alguien se metió en el medio: el dios viento, Céfiro, celoso y despechado porque Jacinto no lo había elegido, sopló fuerte desviando el condenado disco, para que golpeara en la cabeza del muchacho. Por supuesto, la humana cabeza del joven se partió en dos y éste cayó desplomado.

Apolo, desesperado, corrió a socorrer a su amado... pero sólo pudo retener su alma por unos instantes. Jacinto murió en sus brazos.


Cuentan las viejas que Apolo, derramando lagrimas sobre su pecho ensangrentado, susurró: "Siempre vivirás en mi corazón, hermoso Jacinto. Que tu recuerdo viva también entre los hombres..." Dicho esto, convirtió la sangre del muchacho en una hermosa flor, la que llamamos aún hoy, “jacinto”.

Una triste y bella historia de amor...

5 feb 2011

CLÍO



Las Musas, al igual que todos los dioses griegos, no estaban exentas de caer rendidas ante en poder del amor. En ese sentido, los dioses antiguos eran mucho más divertidos y piolas que los de la Cultura Occidental...


Vamos con  algunos chismes que circulaban en el Olimpo, acerca de los amores de nuestra Patrona de la Historia, la bella amiga Clío:


Parece ser que un día Clío se burló de Afrodita (recordemos, la bellísima aunque un poco turra Diosa del Amor) porque ésta se había enamorado de un hermoso dios llamado Adonis. Era muy hermoso, hasta tal punto que varias diosas se agarraron de las divinas mechas disputando sus favores.


Como sea, la cuestión es que Afrodita, como toda enamorada, no soportó que se burlaran de su tierno sentimiento, por lo que condenó a Clío a enamorarse perdidamente de un vulgar mortal: Piero, el manso y tranquilo Rey de Macedonia. 


De los amores entre Clío y Piero, nació un niño muy bonito, llamado Jacinto.  El niño, al crecer (recordemos que era mitad humano, lo que los griegos llamaban un "héroe" o "semidios") se transformó en un joven muy, pero muy bello... Para su fortuna, o desgracia, quien se enamoró perdidamente de Jacinto fue el poderoso dios Apolo. 


La pasaban realmente bien el muchacho y el dios, era un amor muy tierno el que los unía. Pero como dicen, aún para los dioses, lo bueno dura poco...


Esto se hace largo. En otro momento les cuento la tragedia que terminó con el amor de Jacinto y Apolo...